Más cerca de decidirme.
Más cerca de dejar un viejo plan, familiar y cómodo,
apoyado por muchos, unidimensional.
Más cerca de desprenderme de tanto que dulcemente ofrece anestesiarme
con un falso sentido de seguridad, una realización de vida
superficial y llena a medias.
…
Más cerca de liberarme de las ideas, bienes y afectos
que hacen de mi vida una lujosa y discreta esclavitud.
Más cerca de responder a tu ‹‹Ven y sígueme›› sin preguntar
‹‹¿A dónde, Señor?››
Más cerca de asumir en cuerpo y alma
la fertilísima madurez que llevará a comprometerme
con el sublime misterio de Amar y Servir.
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