camino. vida. pan.

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Saturday, August 6, 2016

la cruz es fea.



La cruz es fea.


Hay quienes lo niegan.


Jesús aceptó lo que debía, anhelando solo cumplir la voluntad de Dios. Pero no fue un paseo. Él se fastidió por nosotros.


El hombre estaba aterrorizado. Entre gemidos y sudor sangriento suplicaba a su Padre que, si era su voluntad, este cáliz pasara.


Ahora me lo imagino. Temblando.

Solitario, frío.
Jesús era Dios. Pero Jesús era hombre. 
Y esta encomienda daba miedo.

Siento su corazón roto al encontrar a sus mejores amigos dormidos.

Fueron tantos de los más cercanos que huyeron acobardados al ver cómo iría esto.

Solo, ansioso y humano.


Nada fue bonito.


Jesús no huyó. Y arrastrando a carne viva el peso del mundo,

Fue a morir torturado la muerte más humillante, más baja, la más agonizante de la época.

La cruz es agonía. Y no hablo solo de un padecimiento corporal.

La cruz es profundamente psicológica.
Digo más, es una pasión espiritual.

Tanta soledad rasgó al ser de Jesús, pobre Jesús,

Que sintió que el mismo Dios lo habia olvidado.
Ouch.

Ni su Padre parecía quererlo ya.

Se vio solísimo en esta cruel existencia.
Y así mismo salió de ella, sin antes encomendarse ciegamente al que lo envió.
Sintió vacío el corazón, pero aún así confió.

Y así es que vino la verdadera vida: a través de la muerte. Gloriosa y victoriosa vino la salvación, pero luego de la más fea, la más triste y sombría muerte.


¿Paradoja? Sí. Pero así Dios.


Dios haciéndose nada. Dios haciéndose nadie.


Dios.


Y así lo quiso.


(Si te ves tentada/do a acusar a Dios de no entender cuánto sufres, piénsalo dos veces. Él sabe lo que es.)


La cruz es profundamente rara. Un Dios acusado y asesinado por su propia gente.  Y ese Dios fue un tipo pobre y andariego, rodeado de mendigos y moribundos, pecadores y pequeños. "¡Qué corta y trágica aventura!" pensarían unos, "Otro profeta más que luego de tres años enseñando es silenciado y condenado como el peor de los ladrones."


Pero esto fue solo el inicio. Continúa tú la historia, en su nombre.


El cristiano tiene olor a Cristo.

Muere su muerte. Vive su vida.

No domestiques la cruz.


La cruz es fea.

La cruz es agonía.
La cruz es rara.

Pero al otro lado yace la Verdad y la Vida.


Ponte en Camino. Vive la perplejidad de tu cruz.