Paremos y contemplemos.
Estas Navidades, no olvidemos detenernos y contemplar El Misterio Incomprensible:
El Amor se hace hombre.
El Todopoderoso sujetándose al dolor y gozo humano.
El Creador hecho criatura.
No desciende como hombre fuerte e independiente, sino como fragilidad, necesitada y vulnerable.
Dios baja al encuentro con nosotros, indignos y pecadores, pero eternamente amados.
¿Cómo puede ser esto? Lo único que explica este milagro es que Dios es Amor, y el Amor vive y existe para entregarse.
Así pues, paremos y contemplemos. Adora al Santísimo, al Dios Amor que viene porque te ama y quiere que tú también ames.
El Niño Jesús, Dios y Señor, les bendiga.
¡Selah!